Rebelión en la granja de George Orwell
El sentimiento general de la granja se expresaba muy bien en un poema titulado Camarada Napoleón, compuesto por Mínimus, que decía lo siguiente: ¡Amigo de los huérfanos! ¡Fuente de felicidad! ¡Señor de la bazofia! ¡Ay, cómo se enciende mi alma cuando contemplo tu tranquila e imperiosa mirada, como el sol en el cielo, camarada Napoleón! ¡Tú eres el dadorde todo lo que tus criaturas aman, barriga llena dos veces al día; paja limpia donde revolcarse; todo animal grande o pequeño duerme en paz en su establo, tú velas por todos, camarada Napoleón! Si tuviera un lechón, antes de que creciera y fuera como una botella o un rodillo, aprendería a serte leal y fiel, sí, y su primer chillido sería: ¡«camarada Napoleón»! Napoleón aprobó ese poema e hizo que se grabara en la pared del establo |