El amarillo no existe de Gema Vadillo
-Mi isla. No te rias, pero creo en la señales, ¿vale? «Búscame entre la nieve / porque de ahi vengo. / Encuentrame fuera de Ber- lin/porque allí estoy, y apareciste tú, así, de repente. -Si, y cuando me viste casi me revientas la cabeza contra el lavabo del Insomnia. Echó una carcajada. ¡Casi! Pero no lo hice. |