La mujer de tu prójimo de Gay Talese
Si bien su ansia de aventuras que le había torturado desde hacía tanto tiempo ahora le tentaba a quitarse la ropa, una fuerza interior aún más convincente no le dejaba hacerlo, en especial porque le aterraba mostrar por primera vez delante de tanta gente ese órgano impredecible que él suponía que era la carga de cualquier hombre.
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