La muñeca sangrienta de Gaston Leroux
El mundo está lleno de pequeños vampiros. En él casi no hay sino parejas que se devoran. ¡Es preciso que unos se coman a otros! A veces es el varón, a veces es la hembra. ¡El egoísmo más fuerte reduce poco a poco a cero al ser que vive a su sombra! Para eso no es necesario abrir venas y chupar sangre... Así ocurre en casi todos los matrimonios.
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