La poética del espacio: 0 de Gaston Bachelard
Pierre Seghers escribe: “Una casa donde voy solo llamando Un nombre que el silencio y los muros me devuelven Una extraña casa que se sostiene en mi voz Y habitada por el viento. Yo la invento, mis manos dibujan nubes Un barco de gran cielo encima de los bosques Una bruma que se disipa y desaparece Como en el juego de las imágenes.” Para edificar mejor esta casa en la bruma, en el soplo, el poeta dice que se necesitaría: “...una voz más fuerte y el incienso azul del corazón y de las palabras.” la casa del soplo y de la voz es un valor que se estremece en el límite de lo real y de la irrealidad. Sin duda un espíritu realista se quedará muy acá de esta región de los temblores. Pero el que lee los poemas en el júbilo de imaginar, señalará con una piedra blanca el día en que puede oír sobre dos registros los ecos de la casa perdida. Para quien sabe escuchar la casa del pasado, ¿no es acaso una geometría de ecos? (...) ¿Es posible, más allá todavía, restituir no solamente el timbre de las voces, la inflexión de las voces queridas que se han callado, sino también la resonancia de todos los cuartos de la casa sonora? (CASA Y UNIVERSO) |