La caza del último ojáncano de G.G. Lapresa
- ¡Eres uno de esos duendecillos del bosque! – murmuró Jaime, el mayor de todos-. ¡Un trenti! - ¡Eres uno de esos hombrecillos del pueblo! – replicó el joven-. ¡Un gilipollas! |
La caza del último ojáncano de G.G. Lapresa
- ¡Eres uno de esos duendecillos del bosque! – murmuró Jaime, el mayor de todos-. ¡Un trenti! - ¡Eres uno de esos hombrecillos del pueblo! – replicó el joven-. ¡Un gilipollas! |