Boulevard de Flor M. Salvador
Llega el punto en que no interesan sus defectos, en que aquellos detalles se vuelven especiales y únicos, comienzas a querer cada parte de aquella persona porque no te importa nada, porque desde ese punto sabes que estás enamorado y es ahí en donde el mismo defecto se vuelve algo pormenor. (Página 196) |