Escondida luz de Federico García Lorca
Para buscar mi infancia, ¡Dios mío!, comí naranjas podridas, papeles viejos, palomares vacíos, y encontré mi cuerpecito comido por las ratas en el fondo del aljibe con las cabelleras de los locos. |
Escondida luz de Federico García Lorca
Para buscar mi infancia, ¡Dios mío!, comí naranjas podridas, papeles viejos, palomares vacíos, y encontré mi cuerpecito comido por las ratas en el fondo del aljibe con las cabelleras de los locos. |