Los ritos del agua de Eva García Sáenz de Urturi
Beatriz me cayó bien desde el primer momento, era tan jodidamente perfecta en su singular apariencia que parecía salida de un anuncio de moda no apto para todos los bolsillos. Imagino que tardaría media jornada laboral en arreglarse antes de salir a la calle. Ella no pareció percibir mi estupor, era una tía segura de ser tía, ¿cómo no admirarla?
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