Esther Magar

Si me hubiera quedado en Pesinistra, habría creído que mi única opción era leer la historia, pero en Beledís me di cuenta de que yo también podía escribirla.

Lo que hoy nos parece una locura, mañana nos parecerá lo más normal. No hay nada como el paso del tiempo para cambiar nuestra opinión de las cosas.

Solo se necesita un minuto para enamorarse de un hombre, pero hace falta la vida entera para amarlo.

No hay nada como conocer otras formas de pensar para encontrar la propia.

La muerte es la única justicia para algunos.