El túnel de Ernesto Sábato
El suicidio seduce por su facilidad de aniquilación: en un segundo, todo este absurdo universo se derrumba como un gigantesco simulacro, como si la solidez de sus rascacielos , de sus acorazados, de sus tanques, de sus prisiones no fuera más que un fantasmagoría, sin más solidez que los rascacielos, acorazados, tanques y prisiones de una pesadilla.
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