El túnel de Ernesto Sábato
El mar estaba ahí, permanente y rabioso. Mi llanto de entonces, inútil; también inútiles mis esperas en la playa solitaria, mirando tenazmente el mar.
|
El túnel de Ernesto Sábato
El mar estaba ahí, permanente y rabioso. Mi llanto de entonces, inútil; también inútiles mis esperas en la playa solitaria, mirando tenazmente el mar.
|