Montevideo de Enrique Vila Matas
Pero, realmente deseaba volver a narrar historias en una época en la que el arte de viajar y especular por las regiones del tejido ajado, lo que no tenía inconveniente yo en identificar plenamente con la literatura, se hallaba ya en plena liquidación, sustituido por la épica del transinfantilismo, de la sórdida ambición de los arribistas, de la sinceridad imposible de cierta no ficción, de los "escribidores" de bodrios sin la menor experiencia literaria, y de tantas y tantas otras tendencias narrativas, propulsadas por la Internacional de la Usura.
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