La (des)enseñanza de Cameron Post de Emily M. Danforth
Si había algo que alquilar todas esas películas me había enseñado, además de cómo perderme en ellas, era que en l vida real solo tienes momentos como esos, ínfimos, perfectos y profundos si los reconoces cuando ocurren, si haces el trabajo elaborado de grabación y edición en tu cabeza, generalmente en los mismos segundos en que está ocurriendo lo que está ocurriendo. E incluso si logras hacerlo, la persona que está contigo en ese instante casi nunca experimenta exactamente el mismo tipo de momento, y es imposible de explicar mientras sucede y luego el momento termina.
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