Heroínas sencillas y perversas de Emily M. Danforth
Merrit, por favor, déjame ofrecerte una única perla de sabiduría de anciana. -Merrit se encogió de hombros como si quisiera darle permiso-. Que no llegue el momento en que te arrepientas de esto. Eres demasiado joven como para malgastar tu propia vida.
|