Todo saldrá bien de Emilio Ortiz Pulido
Escuchaba ruidos lejanos, pasos apresurados por los pasillos y un continuo abrir y cerrar de puertas, ¿me seguirían buscando? Pensé en abandonar mi escondite y hacer lo posible por liberar a Mario y a ese señor que parecía que también lo estaba deseando. Cuando iba a salir escuché un golpe brusco, probablemente de alguien que abría la puerta. Me asusté y retrocedí a mi escondite.
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