Justo antes del final de Emiliano Monge
Habrás olvidado incluso que tu madre había llegado al tema que tanto estabas esperando: la locura, el miedo, más bien, a la locura. Lo que no es coincidencia, habrías dicho entonces, si no te hubieras puesto a pensar en otra cosa, es que mi abuelo dedicara su vida a los locos, que tú la dedicaras a perso-nas con capacidades diferentes y que yo la dedicara a seres que no existen; lo que no es coincidencia es que a los tres nos marcara de ese modo el miedo al caos.
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