Los ecos del pantano de Elly Griffiths
Los paisajes inundados tienen una magia propia y muy particular. Un ejemplo sería Dunwich , la ciudad engullida por el mar, cuyas campanas aún se oyen bajo el agua; o el bosque inundado de esta playa, cuyos árboles siguen enterrados bajo nuestros pies. Dentro de nosotros hay algo muy profundo que teme lo enterrado, lo que no podemos ver.
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