Las Crónicas Sobrenaturales de Milena Crow de Elizabeth Valky
Se le había abierto la herida y arrastraba las tripas como una horrible cola de unos diez metros de longitud. (...) Tambaleando, entró al ascensor. Apretó el botón de la planta baja, y las puertas del ascensor se cerraron. Pero gran parte de sus tripas había quedado afuera.
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