Tiempo de espera (Crónicas de los Cazalet II) de Elizabeth Jane Howard
"Era por la mañana, y se había despertado con auténticas ansias de saber qué día hacía. Cuando comprendió o, mejor dicho, cuando pensó por primera vez que iba a morir, se había obsesionado con el clima, con las estaciones. Fue a finales de verano. Había visto marchitarse las flores estivales y que cada vez había menos rosas ; que los floxes y las espuelas de caballero se agostaban ; que los robles adquirían una tonalidad bronceada a la luz cada vez más débil del sol y las golondrinas emigraban. "
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