DEL AMARANTO A LA FLUORESCENCIA de Elisa Macías
Le abrazó y siguió besándole como si no fuera a marcharse al día siguiente. Como si la única revolución que existiese fuera la de esa cama.
|
DEL AMARANTO A LA FLUORESCENCIA de Elisa Macías
Le abrazó y siguió besándole como si no fuera a marcharse al día siguiente. Como si la única revolución que existiese fuera la de esa cama.
|