O lo uno o lo otro de Elif Batuman
Aun así, la idea de una vida consagrada a la estética me pareció muy cautivadora. Era la primera vez que oía hablar de un principio organizador o meta en la vida que no fuera ganar dinero o tener hijos. Nadie admitía que esos eran sus principios organizadores, pero me había percatado a menudo en mi adolescencia: los adultos actuaban como si intentar alcanzar una meta o llevar a cabo algo personal fuera un sueño frívolo, un lujo, comparado con el verdadero trabajo de tener hijos y ganar dinero para pagar los gastos generados por esos hijos.
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