Princesa de Agua: Crónicas de Ildril I de Elena Teba
—Supongo que hay veces que te enamoras así, de repente. Sin buscarlo. Sin querer —dijo, apartando la mirada. Se concentró en toquetear el nudo del pañuelo rojo y blanco de su muñeca—. A veces conoces a alguien desde hace tiempo, pero un día te sonríe y entonces la ves de verdad. Y te das cuenta de que ya no puedes dejar de pensar en esa persona y de las ganas que tienes de estar a todas horas con ella y de hacerla reír para ver su sonrisa otra vez.
|