El diablo también se enamora de Eleanor Rigby
-Porque los odio a todos - jadeó, arañando la pared de su lado. Escondió la cara en el hombro -. Y ver cómo te han mirado cuando te has presentado tan ruborizada ante ellos... Seguro que han pensado que era por su gracia. No tienen derecho a ver en tus ojos lo que te hacen mis palabras. Eso me pertenece. Puede que tú no, pero eso es 'mío'... Tu rubor y tu excitación...
|