Efrén Hernandez
Por una parte, nunca me faltan bretes, ilusionistas de hacer esto y lo otro. Luego la desesperación de mi incapacidad para hacer los versos, los ensayos, los cuentos que quisiera. A esto añade los problemas económicos que siempre me ha creado el declinar mi tiempo a aquellas cosas que no dejan dinero. Que ya no es simplemente el mantenerme con el sudor de mi frente en la misma dosis que cada hijo de vecinos, sino además el de, a esta edad, andar siendo todavía, en ese sentido, un principiante, un inadaptado. Aquí me verás a estas alturas sin oficio ni beneficio, teniendo que cargar con sambenito de no tener profesión ni especialidad alguna conocida. (Pascual Aceves Barajas, “Vida, consagración y ausencia de Efrén Hernández”, en El Universal, marzo de 1958) |