Santuario de Edith Wharton
Mucho después de que el señor Orme hubiera dejado el tema, Kate continuaba perdida en su análisis. Había empezado a considerar que la hermosa envoltura de la vida era en realidad un laberinto formado por una extensa red de alcantarillado moral. Cada casa respetable había llevado a cabo sus propias reformas para la expulsión privada de los escándalos de la familia.
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