El día que sueñes con flores salvajes de Dulcinea (Paola Calasanz)
—¡Exacto! Sientes la vida. Bien. Ahora, dime.—Aleja mi mano de su pecho con delicadeza, sin dejar de mirarme a los ojos, y la coloca en el pecho de la vaca, que deja de atender a sus cachorros—. Dime, ¿qué sientes ahora?
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