Un lugar para Mungo de Douglas Stuart
Se trataba de una cosecha que nadie había sembrado, florecía de una vid que nadie había regado.btendria que haberse marchitado hacia muchos años, como el de ella, como el de Hamish. Sin embargo, Mungo tenía todo ese amor que dar, se esparcía a su alrededor como fruta madura que nadie se molestaba en recoger del suelo.
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