La camarera del titanic de Didier Decoin
Y sin embargo, esa historia no era gran cosa, observaron los periodistas; no testimoniaba un pensamiento original, no enseñaba nada, no sintetizan nada, no anunciaba ninguna cosa nueva. Además, se podía vivir sin escucharla, pero por el hecho de haberla escuchado se viviría de un modo diferente durante tanto tiempo como se la recordase.
|