Maldito karma de David Safier
Mis piernas no eran tan ágiles como las de un conejillo de Indias, mi oido no era tan fino como el de un perro, ni mis brazos tan fuertes como los de una hormiga
|
Maldito karma de David Safier
Mis piernas no eran tan ágiles como las de un conejillo de Indias, mi oido no era tan fino como el de un perro, ni mis brazos tan fuertes como los de una hormiga
|