Madrid:frontera de David Llorente Oller
El hombre que arde en el fuego de la venganza sabe que el tiempo no cura las heridas, sino que las cierra en falso. Y entonces se infectan y se llenan de pus. Exacto. El hombre que arde en el fuego de la venganza no quiere perdonar setenta veces siete ni tampoco quiere poner la otra mejilla. El hombre que arde en el fuego de la venganza quiere el ojo por ojo y diente por diente. La venganza consiste (simplemente) en devolver el mal. Y en restablecer el orden. |