Monte Verità de Daphne du Maurier
No guardaban silencio por un voto que los había condenado a la oscuridad, sino por la paz que la montaña les otorgaba, filtrándose en su espíritu como un solo ser. No había necesidad de hablar si una sonrisa o una mirada ya transmitían el mensaje y el pensamiento; si la risa, siempre triunfante, emanaba del centro del corazón, nunca reprimida
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