En esta historia conoceremos a Pedro, un hombre de mediana edad, con una vida aparentemente normal, de no ser por su hipocondría. Al comenzar el libro lo vemos preocupado a la más mínima hasta por un simple dolor en el pecho. Pero a parte de esto, también conoceremos sus vivencias en la búsqueda del amor, que no se le da muy bien debido a un problema un tanto particular: es eyaculador precoz. Pedro ha sido un personaje un tanto exasperante al principio para mí, es verdad que durante las primeras 100 páginas no paré de reír, desde sus rayadas y el estar yendo al médico a cada rato, a lo que le pasaba con las mujeres, muy surrealista todo. Luego la historia se pone un poco más profunda, empieza a sufrir de ansiedad y esa parte ya se me hizo pelín más densa. Me ha gustado el realismo de las situaciones, porque lo que le pasa a Pedro puede pasarle a cualquiera, incluso yo misma que sufro de ansiedad, he sentido angustia cuando "la arpía" tomaba el control de la mente de nuestro protagonista. Tiene un mensaje que yo resaltaría, y es que la ayuda de las personas que te importan: familia, amigos, pareja, es muy importante en estos casos. Pedro tiene personas a su alrededor que se preocupan por él y están ahí, y creo que eso es lo que más me ha gustado de todo el libro, las relaciones que vemos en él, los diálogos (algunos un poco disparatados), y todo el apoyo que recibe. Pedro no es perfecto, nadie lo es, así que esta historia va de eso, de ser uno mismo, de aprender a apoyarse en los demás y hacer lo que es mejor para nosotros, aunque a veces cometamos errores y perdamos un poco el rumbo por el camino. Para mí ha sido un gran descubrimiento este libro, así que os lo recomiendo. + Leer más |