Libro palatable para el lector exigente, donde la escritora Clara Pastor de situaciones identificables y cotidianas, logra crear cuatro relatos de sustancia profundamente sensible a través de una prosa cargada de una lectura en paralelo subliminal, pues hay oraciones que son solo apenas la superficie de algo más hondo. Se debe leer con mucha atención y pausa. En varios de los personajes la soledad habla sin voz, y reverberan constantemente sus infancias, como la luz de un refugio seguro al que acudir en busca de recuerdos que los salven. Es justamente esa etapa de "edades ideales" como se las definde en el segundo relato de "La bicicleta", el destino recurrente de la nostalgia del ser humano. La calidad de la edición de Acantilado es impecable, como siempre. |