El bosque oscuro de Cixin Liu
El destinatario de su afecto no es el hombre o la mujer que existe en la realidad, sino el de su mente. La persona real no es más que un patrón a partir del cual confeccionar el amor de sus sueños. Inevitablemente, tarde o temprano, uno termina dándose cuenta de las diferencias entre uno y otro y debe decidir: si puede acostumbrarse, seguirán juntos; si no, romperán. Es así de sencillo. Usted difiere de la gran mayoría en que no ha necesitado un patrón.
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