La vida que nos separa de Chufo Lloréns
—Bueno…, dime, niña, ¿tú estás enamorada o no? —Yo qué sé, abuela. Doña Candelaria se puso seria. —Mariana, eres joven pero no eres tonta. A ver, contéstame: ¿cuando te despiertas por las mañanas piensas en él? —Muchos días sí. —¿Y cuando te acuestas por la noche? —A veces. Doña Candelaria negó con la cabeza. —Date tiempo. El tiempo todo lo aclara. |