Mortalidad de Christopher Hitchens
Con la vida infinita llega una lista infinita de parientes. Los abuelos nunca mueren, ni las tías abuelas… y así, generaciones atrás, todas vivas y brindando consejos. Los hijos nunca escapan de las sombras de sus padres. Ni las hijas de la de sus madres. Nadie llega nunca a ser él mismo… Ese es el coste de la inmortalidad. Ninguna persona está completa. Ninguna persona es libre. Pág. 109 |