La muerte espera en Herons Park de Christianna Brand
Había dos cartas más, ambas con letra de mujer: una muy pulcra y correcta, de hermosa caligrafía redondeada, papel azul grisáceo, el sello pegado con esmero en una esquina; la otra en un sobre blanco común y corriente, dirigida a la enfermera jefe del pabellón de enfermeras, con una letra que se desparramaba por todo el papel, convulsa e insegura. La voluntaria Frederica Linley y la enfermera Bates, del Servicio de Enfermería Militar Imperial de la Reina Alexandra, informaban de su llegada al hospital militar de Herons Park..
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