Chloé Wallace

En mi cabeza, la palabra todo siempre ha sonado cautivadora. Apetitosa. Todo, poder hacerlo todo, aunque luego acabes haciendo nada. Aunque nada nunca es nada, simplemente ha sido menos de lo que yo esperaba, que era, por supuesto, todo. Pero todo, todo, te llena la boca y el pecho de esperanza, te amplía la voz en un instinto primordial. T.O.D.O.

He pensado durante muchos años en los bueno que sería ser más mayor. Siempre quise serlo. Sigo pensando que preferiría ser mayor. asentarme. me parece que a los 35 tendré las cosas resueltas, estaré bien. por fin. mi familia y mi trabajo y mi casa.
todo tendrá sentido.
establecida. no tendré que ser guapa, ni joven, ni delgada, ni tener citas, ni todas las cosas que me devoran hoy en día.
me doy cuenta de lo estúpido que suena eso. y luego me detengo y miro a mamá y a papá, o a las personas que he visto jóvenes y que ahora tienen arrugas, y me pregunto si de verdad estaré bien. ¿o me preocuparé por las patas de gallo, por ponerme gorda, por los préstamos y las hipotecas o por poder pagar las cosas?

No puedo dejar de pensar en que nada es único, sino que todo es compartido. Y me da un poco de rabia. ¿No te da rabia?

estoy cansada
estoy feliz
pero es agotador querer tantas cosas

El mundo es mucho más que cosas