Placeres violentos de Chloe Gong
Ya habían sanado las heridas que le dejaron las burlas, cubiertas por una piel dura y los ásperos callos, pero todavía le ardían en los días malos, como lo hacen todas las viejas heridas.
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Placeres violentos de Chloe Gong
Ya habían sanado las heridas que le dejaron las burlas, cubiertas por una piel dura y los ásperos callos, pero todavía le ardían en los días malos, como lo hacen todas las viejas heridas.
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