Historia de una mujer soltera de Chiyo Uno
Ahora Kazué ha olvidado lo que es esperar. No recuerda el sabor de la amargura. Y no intenta culpar a los demás por su suerte en esta vida. Si alguien le hiciese a ella lo mismo que ella hizo a otras personas, no le odiaría por ello. Después de todo, Kazué nunca fue consciente de lo que hacía. Simplemente, tomaba lo que la vida le ofrecía, sin más resistencia que una hoja llevada por el viento
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