El profesor de Charlotte Brontë
Día tras día su Malicia vigilaba a mi Tacto esperando verlo dormirse, preparada para sorprenderlo con el sigilo de una serpiente, durante el sueño, pero el Tacto —cuando es auténtico— jamás duerme.
|
El profesor de Charlotte Brontë
Día tras día su Malicia vigilaba a mi Tacto esperando verlo dormirse, preparada para sorprenderlo con el sigilo de una serpiente, durante el sueño, pero el Tacto —cuando es auténtico— jamás duerme.
|