Jane Eyre de Charlotte Brontë
La gratitud y muchas asociaciones amenas y agradables convirtieron su cara en el objeto que más me gustaba contemplar; su presencia en una habitación la animaba más que el fuego más vivo
|
Jane Eyre de Charlotte Brontë
La gratitud y muchas asociaciones amenas y agradables convirtieron su cara en el objeto que más me gustaba contemplar; su presencia en una habitación la animaba más que el fuego más vivo
|