La suerte del enano de César Pérez Gellida
El problema es que ha María mayoría de las veces no valoramos lo que tenemos y eso nos impide apreciar las pequeñas cosas que suman. No damos importancia a poder pasar un domingo soleado por estos jardines, por ejemplo. O simplemente al hecho de elegir pasear o no pasear. Ser libres, amigo mío, es razón suficiente para sonreír cada día, el problema es que nosotros mismos nos encerramos en prisiones invisibles de las que luego nos resulta imposible salir. Ese es el problema. |