La pequeña Eve de Catriona Ward
Mi corazón es un pasillo oscuro flanqueado por hileras de tarros relucientes. Cada uno tiene algo flotando dentro. El pasado, conservado como un espíritu. Ahí está el olor de la hierba y el mar, ahí el traqueteo de las ruedas por un sendero irregular; ahí el pico intenso de una gaviota.
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