Rojo, blanco y sangre azul de Casey Mcquinston
Siempre me he visto a mí mismo como un problema que merecía permanecer oculto. Nunca he confiado del todo en mí mismo ni en lo que quería. Antes de que apareciera tú estaba conforme con dejar que las cosas fueran ocurriéndome. Sinceramente, nunca pensé que mereciera "escoger". En cambio, tú me tratas como si lo mereciera.
|