Geranios en el balcón de Carolina Pobla
Estaba emocionalmente agotada. Empezaba a aceptar, con resignación, que no siempre se podía decidir sobre el futuro. A veces era la vida la que ponía a uno entre la espada y la pared.
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Geranios en el balcón de Carolina Pobla
Estaba emocionalmente agotada. Empezaba a aceptar, con resignación, que no siempre se podía decidir sobre el futuro. A veces era la vida la que ponía a uno entre la espada y la pared.
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