La red púrpura de Carmen Mola
Cuando apuesta deja de lado las cosas que le parecen importantes. No puede volver a hacerlo, nunca más. Es como los alcohólicos, que saben que recaerán en cuanto prueben un sorbo de vino. A él le pasa lo mismo con el juego. La mala suerte de los alcohólicos y de los ludópatas es que viven en un país que no les ahorra tentaciones, cuando no es un cumpleaños en el que se brinda con cava, es una máquina tragaperras que te llama con su música, una participación de lotería o un anuncio en la tele para que apuestes por quién marcará más goles antes del descanso… |