La bestia de Carmen Mola
Ni siquiera percibe que el trayecto ha finalizado. El palacio de Hortaleza, su hogar, la espera a dos pasos. El remanso de paz que siempre ha sido. En el jardín cotorrean las aves exóticas y pasea el pavo real su insolencia. El colibrí rojo hunde su pico en la flor. El cochero baja del pescante y abre la portezuela. Ana Castelar no se mueve. esta muerta.
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