Nada de Carmen Laforet
De las noches de invierno con sus húmedas melancolías: el crujido de una silla rompiendo el sueño y el escalofrío de los nervios al encontrar dos pequeños ojos negros -los del gato- clavados en los míos.
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Nada de Carmen Laforet
De las noches de invierno con sus húmedas melancolías: el crujido de una silla rompiendo el sueño y el escalofrío de los nervios al encontrar dos pequeños ojos negros -los del gato- clavados en los míos.
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